Nacido en Albaicín, provincia de Granada, en 1942, el cantaor aprendió el arte de mano de su madre y de artistas locales como Juanillo el Gitano, Cobitos o la familia Habichuela. Casado con la bailaora Aurora Carbonell, el matrimonio tiene tres hijos, Estrella, Soleá, de 25 años, y Enrique, de 20 años. Su vida artística es amplia y entre sus discos tenemos que destacar Cante flamenco (1967), Se hace camino al andar (1975), Sacromonte (1986), Esencias flamencas (1995), Pablo de Málaga (2008) y el reciente El barbero de Picasso (2010).
Las muestras de cariño de sus amigos y allegados ante esta trágica noticia no se han hecho esperar, "todos nos sentimos hoy un poco huérfanos", declaraba el director de la Bienal de Flamenco de Sevilla, Domingo González, “nos ha dejado el cantaor que encarnaba la elegancia del flamenco en su máxima expresión. Enrique Morente fue además un maestro que supo unir la alta cultura con la tradición popular. Investigó en el resto de las artes para nutrir la música y por eso convirtió con naturalidad nuestra gran literatura -la de Lope de Vega, Lorca, Miguel Hernández y hasta el Quijote- en el cante jondo más puro", apuntaba la directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel.
La capilla ardiente del cantaor se ha instalado en la sede de las SGAE (Sociedad General de Autores y Editores), pero sus restos mortales reposarán en su ciudad natal, cuyo ayuntamiento ha decretado tres días de luto oficial.
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